lunes, 19 de octubre de 2009

Receta #13: Flan de Café, ¡Para poner a temblar el espíritu!

Rinde de 8-10 Porciones

¿Cómo lo hacemos?
Este podría ser tu postre de celebración de Acción de Gracias o alguna otra festividad en la que tengas la oportunidad de contar con tu familia o con amigos en casa. Un secretito: No les digas que tiene café y sorpréndelos… deja que adivinen…

Necesitamos para hacer el caramelo:

1 taza azúcar
¼ taza agua

Para el Flan necesitamos:
1 paquete de queso crema o aproximadamente 8 onzas.
¾ taza azúcar granulada
1 taza crema ligera (la que tiene 20% o menos de grasa, es más líquida que la
heavy cream o crema espesa)
5 huevos
½ taza café colado a temperatura ambiente
¼ taza licor de café (algunos usan crema de café)
2 cdas. café instantáneo o en polvo
2 cdas. agua caliente
Pre-calienta el horno a 350 grados. Prepara un molde con agua para un baño de María.

¿Cómo hacer caramelo en microondas?
En una taza de medir de cristal resistente al microondas (encuentras esa información en el fondo de la taza, si dice “microweable” puedes usarla) mezcla el azúcar con el agua y ponlo en “high” en el microondas a temperatura máxima durante unos 6-7 minutos. ¡Ahí tienes el caramelo!
Si deseas hacerlo en una cacerola a la antigua con la misma cantidad de agua la pones a calentar y le añades el azúcar y lo dejas en el fondo sin moverlo y sin hacer nada hasta que coja su característico color dorado. Ten cuidado porque te puedes quemar, vigílalo bien porque si se quema te sabrá amargo.

En el procesador de alimentos mezcla el queso crema con el azúcar y añade los huevos uno a uno hasta unir. Luego añade la crema ligera, café colado y el licor de café. Mezcla el café instantáneo con el agua y añade a la mezcla.

Echa la mezcla en el molde acaramelado. Coloca el flan en el molde con agua en baño de María y ten cuidado de que el agua llegue un poco más abajo del borde para que no salpique y entre en la mezcla. Coloca en el horno que ya precalentaste.

Hornea por 1 hora en 350 grados. Deja enfriar y coloca en el refrigerador hasta el momento de servir.
Añadele al servirlo crema chantilly o whipped cream y unas cerezas. Házle una carita alegre y la boca puede ser con la mitad de una rodaja de piña.

Cuando te toque servirlo en tu mesa agradece a Dios por la presencia de toda la gente linda con quien lo estás compartiendo. A pesar de las diferencias y todas las buenas y no tan buenas experiencias. Tu vida sin ellos sería muy distinta.

Gracias Jesús por toda la gente que se cruza en nuestro camino. Por los que nos hacen bien y nos hacen crecer, por los que nos hacen daño porque también ellos nos hacen crecer, porque el dolor es un excelente maestro aunque difícil de superar salimos más fuertes, más preparados, más humanos.

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Oración por los Sacerdotes

Dios Todopoderoso y Eterno,
mira con amor el rostro de tu hijo y por amor a Él,
que es el Sumo y Eterno Sacerdote,
ten misericordia de tus sacerdotes.

Acuérdate, oh compasivo Señor, que ellos son sino frágiles y débiles seres humanos.

Remueve en ellos el don de la vocación
que de modo admirable se consolidó por la imposición de las manos de tus obispos.

Manténlos siempre cerca de ti. No permites que el enemigo les venza, para que nunca se hagan participes de la más mínima falta contra el honor de tan sublime vocación.

Señor Jesús, te pido por tus fieles y fervorosos sacerdotes así como por los sacerdotes infieles y tibios; por los sacerdotes que trabajan en su propia tierra o los que te sirven lejos, en lugares o misiones distantes; por tus sacerdotes tentados, por los que sienten la soledad, el tedio o el cansancio; por los sacerdotes jóvenes o por los que estén a punto de morir, así como por las almas de sacerdotes en el purgatorio.

Pero sobretodo, te encomiendo los sacerdotes que más aprecio: el sacerdote que me bautizó o me ha absuelto de mis pecados; los sacerdotes a cuyas misas he asistido y me han dado tu cuerpo y sangre en la comunión.; los sacerdotes que me han aconsejado, me han consolado o animado y aquellos a quienes de alguna forma les estoy más en deuda.

Oh Jesús, manténlos a todos cerca de tu corazón y bendícelos abundantemente en el tiempo y en la eternidad.

Amén.